Algunos hablan directo al corazón…con gestos
En el marco de la conferencia “Reflexión en el hermoso mundo del silencio” se tuvo la oportunidad de conocer las experiencias, dificultades y los resultados de una serie de iniciativas de la universidad pedagógica nacional en pro de permitir que la comunidad estudiantil sorda de la institución encuentre espacios mucho más adecuados para su correcto desarrollo académico y social. La conferencia, que contó con la presencia del profesor Ramón Jimeno, buscó desarrollarse como una actividad que permitiera la inclusión de una comunidad tan vulnerada como la sorda en temas de la cotidianidad universitaria y nacional.
En primer lugar, la conferencia permitió un acercamiento a los procesos que han tenido lugar dentro de la institución y que han transformado la manera de entender al estudiante sordo así como el enfoque académico desde el cual se les aborda. Las consideraciones iníciales nos llevan hacia la idea del “Proyecto Manos y Pensamiento”, un proyecto que nace precisamente de la necesidad de entender a la persona sorda desde nuevas perspectivas que lo incluyan en la actividad diaria de una manera más concreta. El proyecto se sustenta en la pregunta de quienes deben ser los responsables de la enseñanza a los estudiantes sordos, esto es, quienes son los profesionales idóneos para llevar a cabo un proceso tal.
Las anteriores preguntas son sólo parte de un proyecto que exalta el hecho de que la enseñanza a los actores sordos del contexto universitario se tiene que basar en un enfoque bilingüístico. Esto, entendiendo que el sujeto sordo es parte de un multiculturalismo obligatorio en que se encuentra con la necesidad de utilizar su lengua materna (lengua de señas) para los diferentes contextos comunicacionales con la misma comunidad sorda; y la lengua castellana para tener interacción con los demás integrantes de la sociedad (a través del código escrito).
Las necesidades sustraídas de la interacción con las 6 personas sordas que entran a la universidad en el año 2003, dejan de manifiesto que la universidad no estaba adecuadamente preparada para formar estudiantes con esta condición. Las inhabilidades de la universidad en esta materia impiden que haya una comunicación directa con las personas con dificultades auditivas. La imposibilidad de orientarlos y de llevar un proceso que les permitiera incluirse en los contextos académicos y sociales, llevan a la institución a plantearse de nueva cuenta las políticas que deberían marcar el trato a estudiantes sordos. Como consecuencia de estos inconvenientes empiezan a aparecer proyectos como el de “Manos y Pensamiento” encaminados a especializar a los funcionarios de la universidad en el trato con tal comunidad y sobre todo, a reflexionar sobre las posibilidades comunicativas y académicas que la universidad debía brindar a la comunidad sorda.
Las experiencias de la universidad autoconstruyen una línea de objetivos a lograr con el estudiante con deficiencias auditivas: la de formar profesores sordos idóneos para educar a los sordos del país. Para ello se entiende que el estudiante ha de cursar un primer semestre (semestre 0) en el cual se trabaja en lograr estándares de comunicación en lengua de señas (un problema recurrente en los primeros años de vivencias con estudiantes sordos), se intenta mejorar su español escrito, y se indaga si quieren ser maestros. Los proyectos curriculares, a su vez también se modificaron, ofreciéndoles ahora sólo tres proyectos en los que se pide la compañía al educando.
El proyecto centra además sus esfuerzos en labores de investigación con la bandera de desarrollar un modelo de inclusión de la comunidad sorda en la educación superior. La comunidad sorda exige así, una participación mucho más activa en la construcción de la universidad y en la del país.
En torno a este último respecto, de hecho, giró la última parte de la conferencia donde el profesor Jimeno se encargó de dar respuesta a algunas preguntas de las estudiantes, dirigidas a la problemática de los no oyentes en cuestión de inclusión y participación en las actividades sociales. La preocupación por el aislamiento de que son victimas por parte no sólo del grueso de la población, sino además por parte de los medios de comunicación centró la atención del público toda vez que tales inconvenientes derivan en un ser que se ve afectado por la no actuación social, el desconocimiento de las diferentes actividades que le competen como parte de la sociedad, así como la disgregación de su propia comunidad.
La conferencia rescata la exteriorización de una problemática compleja y que exige soluciones importantes en pro del rescate de una comunidad desde la casi separación social. El individuo sordo exige así una reivindicación cultural y política en la que la universidad, como institución formadora, tiene un papel fundamental.
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